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Desde los inicios de la historia de la humanidad los muebles han tenido un papel fundamental en el desarrollo de las civilizaciones humanas. Así como las piezas arquitectónicas y artísticas, los muebles cuentan una parte importante del relato humano. Existe evidencia de la existencia de muebles desde los años 3100-2500 A.C en el periodo neolítico, se cree que los rudimentarios objetos de piedra hallados pueden ser los primeros muebles. Con el paso del tiempo las técnicas se fueron sofisticando, en la época antigua los egipcios y romanos dejaron un notable legado de materiales y procesos usados en la fabricación de muebles. A través de los diferentes periodos de la historia los muebles han tenido diferentes funciones, roles y significados en las sociedades humanas. En las edades antigua y media, la posesión de determinados muebles, era reflejo de estatus y poder. Esto cambiaría a partir de la época moderna, cuando con la industrialización potencia el fenómeno de la democratización del diseño, lo cual se evidencia aún más en la época contemporánea. Este fenómeno tiene su punto máximo en la época actual, con la popularización de los muebles de diseño.
Tronos, sillas, bancos y camas forman parte de los tesoros encontrados en las tumbas de los monarcas del antiguo egipto, los faraones Tutankamon, Keops y la reina Hetepheres. Estos valiosos y delicados objetos, fueron diseñados para acompañar a los grandes monarcas en su tránsito hacia la otra vida. Por otro lado los griegos además de crear diferentes objetos con finas cerámicas, para fines funerarios, incorporaron un concepto trascendental en la historia de los muebles: la ergonomía. La más famosa pieza griega, la silla de klismos, es la primera silla ergonómica con una estructura sencilla y pensada para la comodidad del cuerpo.
En la edad moderna el renacimiento del diseño de muebles se ve inspirado por la tradición greco-romana, que a diferencia de la tradición medieval incorpora formas voluptuosas y variadas en la elaboración de los mobiliarios, buscando mostrar la habilidad y pericia de los artesanos, aumentando así los precios de los muebles y dándoles un estatus exclusivo a las piezas mobiliarias. En el periodo Barroco se produce un cambio de estilo hacia formas sencillas, pero elegantes. En el Rococo se vuelve a recuperar la opulencia perdida, los muebles del siglo XVIII son considerados como representantes de la edad de oro del arte del diseño de mobiliario que se manifiesta en acabados y diseños muy sofisticados. En la época moderna los elegantes muebles estaban reservados para monarcas y aristócratas que pudieran pagar sus altos precios.
En el siglo XIX la población de trabajadores en las ciudades incrementa exponencialmente con la revolución industrial. Esta trae consigo a la producción en masa de muebles, que imitando a los antiguos estilos como el rococo, los populariza y los vuelve asequibles. Debido a este fenómeno empezó la democratización de los muebles.
La popularización de los mobiliarios de diseño dió pie a varios movimientos de la época contemporánea como la escuela de diseño Bauhaus cuyo objetivo era buscar soluciones funcionales a cada problema de diseño. A su vez corrientes como el diseño danés moderno y el diseño nórdico encontraron cabida en un panorama abierto para consumidores de variadas condiciones económicas. Con temas orgánicos, formas fluidas y materiales naturales conquitaron los mercados mundiales. Actualmente encontramos herencia de estos movimientos en el diseño de la mayoría de sillas de oficina y muebles de oficina, cuyas formas lujosas y sencillas, buscan brindar comodidad a todo tipo de trabajadores.
Hoy en dia los muebles de diseño, no son exclusivos para reyes y monarcas, ahora están al alcance de todos. La popularización del diseño permitió el surgimiento de nuevas corrientes, que lograron desarrollar un estilo de diseño funcional y estéticamente placentero. Con la democratización del diseño se logró, poner al alcance de todos muebles funcionales que ayudaran a mejorar la calidad de vida de todas las personas.
